Hay un momento superior en la especie humana: LA HISPANIDAD
Digo Hispanidad y no Españolidad para atenerme al viejo concepto histórico-geográfico de Hispania, que abarca a toda la península ibérica.
Digo Hispanidad y no españolidad para incluir a todos los linajes, a todas las razas espirituales, a las que ha hecho el alma terrena y a la vez celeste de Hispania, de Hesperia, de la península del Sol Poniente.
Y quiero decir con Hispanidad una categoría histórica, por lo tanto espiritual, que ha hecho, en unidad, el alma de un territorio, con sus contrastes y contradicciones interiores. Porque no hay unidad viva si no encierra contraposiciones íntimas, luchas intestinas.La Hispanidad, ansiosa de justicia absoluta, se vertió allende de Océano, en busca de su destino, buscándose a sí mismo, y dio con otra alma de tierra, con otro cuerpo que era alma, con la Americanidad, que busca también su propio destino...
Miguel de Unamuno (1909)
La Nueva Hispanidad
Todos unidos mediante la misma lengua, cultura y el mismo espíritu de superación que cambió el mundo para siempre.
Debemos recuperar nuestra grandeza y unirnos de nuevo bajo la bandera de la hispanidad para luchar por lo que amamos y ser los abanderados que lleven al resto del planeta lo que a los ojos de Dios es bueno. Despierta ya de tu borrachera y deja a un lado tu ego, por que debemos iniciar entre todos el camino de vuelta a casa: el nacer de una nueva hispanidad, el nacer de una nueva consciencia más elevada que sea de nuevo el faro de luz que una vez señaló el camino para salir de la oscuridad del mundo. Grande es nuestro poder, pero también grande es nuestra responsabilidad para con nuestros hermanos. Ahora la espada, la pica y el arcabuz ya no sirven. Ahora la palabra es nuestra arma y la música del AMOR es la energía vibratoria más poderosa que nos eleva la consciencia para poder ver más allá, para poder ser más Plus Ultra.
Mayor es el reto que tenemos por delante, pero si lo hicimos una vez, podemos volver a hacerlo!. Solo debemos recordar lo que nuestros ancestros nos enseñaron: nunca pierdas la fe y lucha por lo que amas con toda tu mente, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas! Y si al final de la batalla quedan cicatrices, no temas, por que serán luz delante del Padre.